Es bastante complejo saber cuándo hacer mantenimiento a tu impresora, pero existen algunos síntomas que hay que tomar en cuenta para evitar que el equipo se dañe y tenga que ir a reparación.
Lo primero a tener en cuenta es si observamos manchas sobre la impresión o tinta derramada en el caso que nuestra impresora sea de inyección de tinta, o simplemente, la impresión no es uniforme. En ese momento debemos ver qué sucede: si hay que recambiar el tóner o el cartucho de tinta o calibrarlos para mejorar el rendimiento y evitar daños mayores.
Otro síntoma a tomar en cuenta y que nos indica que es momento de realizar mantenimiento a la impresora, es cuando estemos escuchando ruidos extraños o que la impresora suene más de lo habitual. Esto significa que hay polvo acumulado u obstrucciones y requiere mantenimiento y limpieza de los rodillos de papel, así como la bandeja de alimentación y el sistema o carro de trabajo de la impresora.
Si nuestro equipo emite pitidos extraños, hay que tomarlo en consideración y realizar un mantenimiento completo de inmediato, así como una revisión de sus funciones de impresión ayudados con el manual de usuario.
Cuando estemos en un lugar con mucho polvo, es recomendable realizar mantenimiento a menudo y proteger la impresora del polvo con un forro o funda especial cuando no la estemos utilizando.
Debes estar pendiente que los consumibles de la impresora no lleguen a un punto crítico de no funcionar, ya que esto podría dañar la impresora. Hay que cambiar estos consumibles antes de que se agoten y evitar problemas mayores.
El proceso para determinar cuándo realizarle mantenimiento a nuestra impresora es simple, se trata básicamente de observar cómo está funcionando la impresora, para ante cualquier anormalidad realizar el mantenimiento preventivo y evitar daños.
Es sencillo, pero debe ser metódico y continuo para que este sistema funcione, así podrás determinar cuándo hacer mantenimiento a tu impresora y no gastar grandes sumas de dinero enviándola al servicio técnico sin razón alguna.